Dagoberto Valdés: Las pugnas intestinas en la cúpula del poder han salido a la superficie.

LA NUEVA CUBA

- Gabriel Salvia: ¿Cual es su opinión del recambio de importantes funcionarios que se ha producido recientemente en el gobierno de Raúl Castro?

- Dagoberto Valdés : En realidad la repercusión que ha tenido en la base, en los ciudadanos, especialmente en el interior de la isla donde vivo (está a 148 Km. de La Habana), es un estado de gran confusión, de un desconcierto. Incluso por aquellas personas que están más cercanas al régimen, que ven con muchísima consternación como los que hasta ayer fueron hijos de la revolución y algunos de sus mayores personeros, pues son cambiados y además acusados de errores e indignidades. Hay un desconcierto grande y por otro lado también algunos, que tienen un poder de análisis un poco más profundo, van llegando a conclusiones que yo también comparto. Las conclusiones o las apreciaciones son, en primer lugar, que las pugnas por el poder, las pugnas intestinas en la cúpula del poder han salido a la superficie y, evidentemente, las diferencias que todos suponemos en una situación como la nuestra de estancamiento, de inmovilismo, pues han salido a la luz. La segunda apreciación es que la revolución, la llamada revolución, sigue tragándose a sus propios hijos, algo que es una historia tan larga como la misma revolución. Medio siglo y el estalinismo no esta muerto en Cuba. Está muy presente y ha tocado a estos dos funcionarios –Felipe Pérez Roque y Carlos Laje- que han tenido que o aparentemente han hecho una carta disculpándose y reconociendo sus propios errores en el más férreo estilo estalinista. La tercera apreciación es que, más que lo que se pensaba de que la diferencia era entre Raúl y Fidel, nosotros hace mucho tiempo que venimos diciendo que había cuatro factores de los que dependía la sucesión o la transición en Cuba y eran los militares y los civiles, la nueva generación y la vieja generación. Estos cambios parecen indicar que ha tomado definitivamente el protagonismo la vieja generación y los militares y que va siendo cada vez más desplazada la nueva generación y los civiles. Eso es lo que nos indica, más o menos, todavía un proceso que está en vías de desarrollarse y que creemos que hay que esperar. Es una primera apreciación, pero puede ser todavía más grave. Estamos esperando qué tipos de errores, que indignidades son las que han cometido.

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Fragmento tomado del periódico digital LA NUEVA CUBA.

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